La polémica sobre Bully llega a España
Protégeles.com y el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid quieren impedir la publicación del videojuego.
La tendencia de prohibir y censurar en lugar de etiquetar y clasificar cada producto de entretenimiento para la edad adecuada desgraciadamente ha llegado también a España. Si hasta ahora estábamos acostumbrados a escuchar peticiones de este tipo procedentes de EEUU y Australia, ahora Bully, de la editora de la también polémica saga GTA, ha logrado que la polémica llegue al mundo hispanohablante. Basándose exclusivamente en los contenidos de la página web, un tráiler y las pocas imágenes que Rockstar ha distribuido, la organización Protégeles.com y el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid han solicitado que no se publique el juego en España.
Pedro Núnez Morgades, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, admitió estar estudiando acciones legales para impedir la comercialización del videojuego.
Marta Burgos, portavoz de Protégeles.com , ha declarado a La Vanguardia: "Es la historia de un chaval que se dedica a intimidar y pegar a sus compañeros y profesores. Conocemos el tráiler y sabemos de qué va. Algo lamentable, especialmente para nosotros que recibimos docenas de denuncias por casos reales de este tipo. Que Bully salga con una indicación para mayores de 18 años no arreglaría nada, ya que muchos padres no miran esa indicación y cuando se alquilan los juegos o se los dejan los jóvenes entre sí, este detalle casi nunca se tiene en cuenta. Lo que intentamos es que no se publique. Y si hace falta trabajaremos con otras organizaciones europeas para conseguir un bloqueo internacional."
Opinión personal del redactor
No sabemos si Burgos tiene contactos especiales con Rockstar porque la prensa especializada en videojuegos conoce muy pocos detalles sobre este proyecto que, recordemos, aún no está terminado, pero que aún así ya ha sido criticado en varios países. Además, es curioso que todas las peticiones de prohibición vayan contra videojuegos y nadie proponga nada contra libros o películas que abordan los mismos contenidos. ¿Dónde está el límite? ¿Es Bully peor que la sangrienta saga Postal? ¿Por qué?
En el fondo de la denuncia de Burgos está que los padres no vigilan a qué juegan sus hijos y creemos que la solución ante este problema no pasa por impedir que nadie pueda adquirir el juego. Además, si finalmente se llegase a prohibir la publicación del juego y si fuese un buen videojuego, ¿cuántas personas lo comprarían de importación? Intentar poner puertas al campo en un mundo tan globalizado es una tarea inútil.
Por MeriStation
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